VERSTAPPEN Y UN TRIUNFO QUE LO ACERCA A SU SEGUNDO TÍTULO

Max Verstappen se ha adjudicado la victoria en el Gran Premio de Italia, la undécima de la temporada y quinta consecutiva, en otra carrera impecable en la que Ferrari le que ha quitado de enmedio a su gran rival, Charles Leclerc, líder desde la salida a la segunda parada que le han regalado al holandés. Aunque quizás vista la superioridad del Red Bull en velocidad, debían intentar algo y tampoco les ha salido arriesgar.

Al final un coche de seguridad reagrupó a todos a falta de cinco vueltas, pero no se pudo retirar el coche de Daniel Ricciardo a tiempo y la carrera terminó tras el coche de seguridad entre los pitos de los tifosi que soñaron durante muchas vueltas con una victoria de Leclerc. Con más de 115 puntos de ventaja es solo cuestión de tiempo la llegada del segundo campeonato del holandés, que ya acumula 30 victorias en F1.

Al menos las palmas echaron humo en el Autódromo di Monza con la soberbia remontada de Carlos Sainz, desde la salida hasta la salida de ese ‘safety’ que le aupó del 18º al 4º final. Lástima ese final para haber visto pelea entre los dos primeros y a Sainz pelear el podio.

La salida vino marcada por la clavada de Lando Norris, al que le pasó hasta el apuntador y la defensa a mordiscos de la primera posición de Leclerc sobre Russell, del que se separó a toda velocidad para evitar sustos. Pero una vez que el líder aseguró, pronto se vio que Verstappen salía de caza sin esperar ni a tener DRS, lo mismo que Carlos Sainz por detrás.

Los dos fueron un vendaval. Max, que era séptimo en parrilla, por derecha y por izquierda en la salida a Norris y Fernando, y luego al propio Russell para ser ya segundo en cuatro vueltas. Por si había dudas del poderío, el campeón aseguraba sus puntos. Carlos dio trabajo al realizador de la carrera fulminando rivales, chuscos algunos y duros varios, para ir escalando de dos en dos: en la vuelta 6 ya estaba en los puntos, 10º, tras ganar 8 posiciones con una pasada en la Parabolica a Stroll de aplaudir.

Mientras, Fernando Alonso no podía resistir su sexta plaza y aguantaba en la séptima el primer tramo de la carrera con un estupendo duelo con Hamilton, al que retuvo un par de vueltas y que remontó mucho menos ágilmente que Sainz, con quien salía pegado. Fernando notaba algo raro y pedía en la radio si ocurría algo en en la entrega de potencia. Aunque le dijeron que no, al entrar a su parada le pidieron retirar el coche, una pena ya que termina su racha de 10 carreras seguidas puntuando.

En la vuelta 13 llegó el momento de la carrera con la parada del coche de Vettel, que provocó una salida del coche de seguridad virtual y que Ferrari, mareando a sus pilotos con tanto plan A, B, C y D, llamara al líder, con dos segundos de ventaja sobre Max, a entrar y colocar medios, pero el VSC duró poco y no pudieron sacar la ventaja adecuada. En ese punto, ajeno al mundo que le rodeaba, Sainz había completado una de las remontadas del año, si no la mejor, colocándose ya 4º, 14º pilotos en menos de 14 vueltas ante el delirio de los tifosi que jaleaban cada pasada.

Verstappen se quedó en pista liderando tranquilo hasta la 25 pero sin ceder casi tiempo estirando su juego de blandas, lo que cimentó su victoria final porque sabía que Charles tendría que parar de nuevo. “No sabíamos bien que hacer y la decisión no sé, quedamos detrás, no estoy muy feliz”, decía Leclerc.

A su vuelta Max era segundo con duros, pero dándole dentelladas de tiempo a un Leclerc con gomas 12 vueltas más viejas, y cuando se vio que era evidente que le iba a cazar Ferrari aceleró la segunda parada de Charles, a blandos, sorprendiendo incluso a Red Bull, y la primera de Carlos, que a su vez pedía blandos porque la remontada, para más abundamiento, la hizo con medios. Quería intentar lo imposible, el asalto a Russell, 10-15 segundos por delante, cuando ya haber dejado atrás a Hamilton era tremendo. La seducción del podio, sin duda. Al menos la parada no fue de 12 segundos como en Holanda y no perdió todo lo ganado.

Decía Mario Isola al empezar la carrera que el inicio ideal con los Pirelli era más que blando-duro, medio-duro al subir a 28 la temperatura de la pista, lo que daba ventaja en cuanto a flexibilidad de estrategias aunque el blando daba ventaja respecto a las primeras vueltas. Pues Ferrari hizo dos paradas y a esperar milago.La duda era si Verstappen tendría que parar una segunda vez por lo que fuera y podría haber emoción, y mientras Leclerc con blandos fue rebajando de los 19 segundos iniciales a los 10 mientras Sainz, que cayó octavo tras su parada, volvió a adelantar tres plazas desatado para ser cuarto, en total 17 puestos. Un pasote, dicho así.

Y así estaban las cosas a 5 vueltas del final cuando vino el susto final, el KO de Ricciardo que tuvo que dejar el coche entre la pista y la hierba, lo que obligaba al coche de seguridad, a Verstappen a parar, y a Leclerc porque lo tenía gratis. Russell y Carlos también, todos a blandas y carrera nueva. Aunque al final, carrera vieja porque no hubo más que el campeón tras el coche de seguridad, sintiéndose bicampeón.

Dejá tu comentario

You might also like More from author