NORRIS Y SU PRESENTE EN MCLAREN
Tras comenzar la temporada con una victoria desde la pole hasta la bandera a cuadros en Melbourne, a Norris le ha resultado más difícil enmascarar su malestar con el coche 2025 de McLaren tras el fin de semana inaugural. Fue el segundo mejor piloto de McLaren en China, y ni él ni Piastri acertaron sus vueltas de clasificación en Suzuka, abriendo la puerta a la heroicidad de Max Verstappen.
Pero con McLaren en la cima una vez más en Bahréin, fue Piastri quien encadenó un fin de semana impecable de principio a fin, añadiendo una pole y una victoria a su récord para acercarse a tres puntos de su compañero de equipo en la batalla por el campeonato de pilotos.
Norris fue un desastre, como él mismo admitió, empezando desde una difícil vuelta de clasificación que lo dejó sexto en la parrilla. Aún así, se esperaba que subiera al podio en una carrera de alta degradación en un circuito en el que adelantar es mucho más fácil que en los tres anteriores.
Pero se complicó la vida al acomodase mal en su cajón de la parrilla. Primero aparcó demasiado atrás y luego rodó demasiado adelante, lo que le valió una penalización de cinco segundos. Hizo una gran salida para colocarse tercero antes de tener que absorber su penalización durante su primera parada en boxes.
Charles Leclerc, de Ferrari, entró en boxes mucho más tarde -llevaba el compuesto medio a diferencia del blando de Norris y la mayoría- y consiguió una ventaja de neumáticos que utilizó para adelantar al McLaren, intrínsecamente más rápido. Después de un reinicio con el coche de seguridad, Norris recuperó la posición tras una dura lucha con el monegasco, pero unos torpes intentos de adelantamiento sobre el Mercedes de George Russell lo dejaron en tercera posición.
“Cada vez que hacía una cosa bien, en cierto modo hacía dos mal”, dijo Norris. “Simplemente seguí impidiéndome progresar tanto como debería haberlo hecho hoy”.
La clave de los problemas de Norris es su malestar en el coche 2025 de McLaren, que ha visto cambios sustanciales en comparación con el coche con el que McLaren ganó el título de constructores 2024. Su actuación en la clasificación estuvo exenta de errores obvios, pero sólo subrayó cómo él y su máquina no eran uno en cada sector del circuito de Sakhir. Nervioso. Detrás de la curva. Sin saber qué esperar.
El jefe del equipo, Andrea Stella, protegió a sus pilotos y consideró que era una responsabilidad conjunta del equipo hacer que Norris se sintiera más cómodo al volante del MCL39. Pero Norris no siente que haya soluciones obvias a mano. Está claro que, de lo contrario, ya las habría aplicado.
“Ojalá supiera la respuesta”, respondió Norris cuando Motorsport.com le preguntó qué puede hacer a corto plazo para amigarse con su coche.
“Cuando eres un atleta, cuando eres un piloto, sea lo que sea – sólo sabes cuando las cosas encajan, cuando te sientes seguro, cuando te sientes cómodo. Estoy seguro de que tengo todo lo que necesito y de que tengo lo que hace falta. No tengo ninguna duda al respecto”.
“Pero hay algo que no encaja conmigo y con el coche. No soy capaz de dar las vueltas que daba la temporada pasada. Entonces, sabía – cada curva – todo lo que iba a pasar con el coche, cómo iba a pasar. Me sentía por encima del coche”.
“Este año, no podría sentir más lo opuesto. Incluso en Australia, ganara o no la carrera, nunca me sentí cómodo, nunca me sentí confiado. El coche iba fenomenal y eso me está ayudando a salir de muchos problemas. Pero no estoy ni cerca de la capacidad que tengo, lo que duele decirlo”.
Si Norris ha dado un paso atrás en comparación con una fuerte campaña 2024, entonces en el lado opuesto del garaje su contraparte se dirige en la otra dirección, con la curva de forma in crescendo de Piastri duplicando el dolor para Norris.
“Quiero decir, el coche es bueno”, dijo con una sonrisa irónica. “Ganó la carrera. Así que sí, todo lo contento que puedo estar…”.
Stella elogió al imperturbable australiano por no tener “ruidos en la cabeza”, una cualidad muy útil para un piloto de F1. El contraste con Norris es evidente, ya que el británico se insultó a sí mismo tras la sesión de clasificación.
Pero esa franqueza característica sobre sus fallos es terapéutica y compartimentada, dice Norris, más que algo siniestro que afecte a su capacidad de pilotaje o a su autoestima.
“La cuestión es que creo que me resultaría aún más difícil no mostrar ninguna de estas cosas”, afirma. “Cuando hago mis entrevistas, gran parte de ellas son probablemente para sacar mi frustración”.
“Es por mi deseo de hacerlo bien y mi ambición de ganar. Cuando sé lo que puedo hacer y de lo que soy capaz, y ni siquiera estoy cerca de alcanzarlo -como el sábado-, me siento muy decepcionado conmigo mismo. Así soy yo”.
“Pero no creo que tenga necesariamente un mal impacto. Lo he hecho tanto toda mi vida que he aprendido a bloquear mis propios comentarios de mis pensamientos. Quizá a veces me falta un poco de confianza en mí mismo, y lo he hecho en el pasado. Pero también soy así. Es mi forma de hacer las cosas, mi forma de trabajar, es lo que me ha hecho tan bueno como soy, y probablemente a veces me ha limitado para convertirme en un mejor piloto”.
Después de haber adquirido experiencia luchando con Verstappen el año pasado por una improbable candidatura al título, y ahora teniendo un coche a su disposición que Red Bull no puede igualar desde el comienzo de la temporada, se podría haber esperado que Norris comenzara con el pie derecho como piloto principal de McLaren.
El menos experimentado pero más consistente Piastri parece haber recogido ahora ese testigo, pero Norris apuesta por sí mismo para encontrar una salida.
“Creo que lo que puedo hacer y lo que puedo conseguir es lo suficientemente bueno y está fácilmente a la altura de los mejores”, promete. “Así que sólo tengo que volver a tomar ese ritmo. Sí, a veces soy demasiado duro conmigo mismo, pero he vuelto después de un sueño reparador, con energía, un nuevo día y con ganas de volver a luchar”.
“Hoy ha sido un nuevo día, y ahora tengo unos días libres para recuperarme y volver a salir”.
Fuente: lat.motorsport