BAGNAIA GANA EN SU TIERRA
Como en las cuatro esquinas de un ring, el Mundial de MotoGP ha quedado reducido a cuatro candidatos después de sólo ocho carreras. En pretemporada, hasta 15 se veían con opciones de pelearlo, pero la pista ha ido noqueando a muchos. Por el camino se han ido quedando las Honda, con el convaleciente Marc Márquez y el cuestionado por HRC Pol Espargaró, las Suzuki, que desaparecerán y en el combate han cedido Joan Mir y Álex Rins, o las KTM, con Brad Binder y Oliveira irregulares, como su montura.
Pero, también la ‘Copa Ducati’ con sus ocho pilotos ya ha visto como los del Prima Pramac, Jorge Martín y Johann Zarco no se han rehecho de las dudas iniciales de la GP22. Así, la Desmosedici, que a decir de casi todos los competidores, equipos y expilotos, es la mejor montura, ya sólo tiene dos gladiadores: Enea Bastianini y Pecco Bagnaia. La bala de Borgo Panigale ha ganado cinco de las ocho citas y lleva 15 podios seguidos. Su ‘drama’ es que cuando uno se entona, el otro falla.
En Le Mans, el turinés cometió un error después de que el de Rimini le pasara; en Mugello, el de Gresini erró cuando remontaba y podía llegar al podio y el del conjunto oficial triunfó, una ‘vendetta’ dulce, en casa, con la bandera tricolor en el podio -y antes en el casco-. Pero ellos dos son los más alejados, a 28 y 41 puntos del liderato. “Sí, los tres del podio estaremos ahí, pero Enea también tiene muchas posibilidades de luchar”, concedía Bagnaia, el que provocaba el jolgorio en su box, hasta con el CEO, Claudio Domenicali, saltando y gritando.
La Bestia culpó de su caída… a ir detrás de la Aprilia. Y para su desgracia, Ducati, según declaró Paolo Ciabatti, su director deportivo, alargó la espera. Iban a decir entre Italia y Barcelona el segundo piloto del conjunto oficial de 2023, pero lo han retrasado al verano.
Sea como fuere, el favorito sigue siendo el vigente campeón: Quartararo. Como hiciera en 2021, sabe compensar en curva lo que pierde en recta con su Yamaha. “Fue la mejor carrera de mi vida”, soltó. Y eso que acabó segundo y sin inquietar a Pecco.
El cuarto oponente es Aleix Espargaró, a sólo ocho punto de El Diablo. En la Toscana logró su cuarto podio seguido -nunca lo había hecho- y el quinto del año. “Pecco, Fabio y yo somos los aspirantes al título”, dijo, dejando fuera a Bastianini por su irregularidad. “En nuestro box todo funciona bien. De verdad, creo que lucharemos hasta Valencia”, lanzaba.
Su hermano, Pol, ni lo duda. “Lo que está haciendo es espectacular. La Aprilia funciona, pero funciona con Aleix. Está en modo zen con la moto”, manifestaba.
La pelea por eliminación seguirá. Por el momento, pasado sólo un tercio del certamen, ya es un Mundial a cuatro. “Estamos demostrando ser los más regulares”, proclamaba Aleix, quien, pese a todo, sabe que debe ganar carreras para doblegar al resto. Hay un sueño en juego.
Fuente: Marca