TAKUMA OTRA VEZ
Las 500 Millas de Indianápolis sigue siendo una carrera diferente, que mantiene su encanto y vértigo y… suspenso por ver al triunfador. Este domingo celebró su 104° edición por primera vez sin público y fuera de su habitual fecha de disputarse el último domingo de mayo. Aún así, fue una prueba exigente que tuvo varios matices en sus 200 vueltas y un final dramático, en donde Takuma Sato se alzó por segunda vez en la historia con la victoria, con el Dallara – Honda del equipo Rahal Lettermann Lanigan, promediando 257,399 Km/h. tras 3h10m05s.
El japonés, quien se había adjudicado el trofeo Borg Warner en 2017, volvió a conquistarlo esta tarde tras mantener un duelo vibrante con Scott Dixon en los últimos giros, quien intentó mantenerse cerca de Sato a fin de dar la estocada final en los metros finales, pero el plan quedó descartado cuando en el giro 195 Spencer Pigot perdió el control de su máquina en la curva 4 y terminó impactando contra las defensas del ingreso a boxes, obligando a neutralizar la carrera con pace car, para asistir al piloto que se bajó de su auto sin complicaciones.
Dicha situación favoreció al ganador pero impidió tener una definición cerrada con su escolta, cuando se recorrían las últimas millas de la épica competencia en el famoso “Brickyard”. En el tercer lugar arribó su compañero, Graham Rahal. Posteriormente se ubicaron Santino Ferrucci, Josef Newgaden, Patricio O’Ward (el mejor debutante), James Hinchcliffe, Colton Herta, Jack Harvey y Ryan Hunter – Reay
Con respecto al bicampeón mundial de Fórmula 1, Fernando Alonso, arribó en el 21° afrontando una falla en el embrague de su Dallara – Chevrolet, que no le permitió avanzar como tenía pretendido en esta tercera incursión suya en Indy500.