MÁRQUEZ CORRERÁ EN JERÉZ ESTE DOMINGO
Marc Márquez recibió la autorización de los servicios médicos del Mundial de MotoGP para subirse a la moto este viernes en Jerez, tres días después de pasar por el quirófano para reducir la fractura en el húmero derecho que se hizo el domingo pasado.
Está por ver, en cualquier caso, qué estrategia adopta el actual campeón del mundo, que evidentemente deberá ser mucho más conservador de lo habitual.
Para poder correr, cualquier piloto debe registrar una vuelta que no exceda el 107% del tiempo del corredor más rápido de la combinada de los tiempos de los cuatro primeros entrenamientos libres. Eso le daría acceso a la cronometrada y, en consecuencia, le otorgaría una plaza en la parrilla de salida.
Desde el momento en que arrancó el primer gran premio del curso, Márquez ha vivido una auténtica montaña rusa de emociones. El catalán pasó de liderar la carrera a verse a la cola del pelotón tras una excursión en la quinta vuelta. De allí a protagonizar una remontada salvaje que le llevó de nuevo hasta la tercera posición, justo antes de salir proyectado al aire a falta de tres giros para el final.
La caída fue debido a un error de pilotaje, pero la lesión que derivó de ella fue, sin duda, mala suerte: la moto le golpeó violentamente el brazo derecho, provocándole una fractura completa en el tercio superior del húmero.
Lo más preocupante, no obstante, era la posibilidad de que el golpe hubiera afectado también el nervio radial, circunstancia que habría complicado mucho las cosas.
Tras pasar la noche del domingo en Jerez, el español voló el lunes a Barcelona, donde el martes se puso en manos del doctor Xavier Mir, que le fijó fractura con una placa de titanio y varios clavos, y confirmó que el nervio estaba intacto. Eso inyectó un chute de moral al de Cervera (Lleida), que a partir de ese instante se centró en tratar de convencer a las piezas clave de su entorno, para que le dejaran intentar volver a Jerez e intentar competir. Ese grupo lo formaban los médicos, su equipo y Honda.
El hecho de que el segundo gran premio se celebre en el mismo escenario en el que se disputó el primero es significativo porque el trabajo de puesta a punto de la moto ya está hecho. A eso hay que añadirle la indiscutible superioridad exhibida el domingo: en las 16 vueltas que pasaron desde que se fue largo a la tierra y hasta que se volvió a colocar el tercero, a rueda de Viñales (vuelta 22), le recuperó al de Yamaha ocho segundos, todo ello mientras adelantaba a 13 rivales.
Fuente: motorsport.com