WOLFF Y MERCEDES PREOCUPADOS POR EL “PORPOISING”

Sin duda a Toto Wolff se le podrán realizar muchas críticas a la forma que realiza su trabajo, pero es innegable que el austriaco sabe cómo moverse en un mundo tremendamente politizado como es la Fórmula 1. Y no menos cierto que con el paso del tiempo las maniobras realizadas son más fácilmente detectables, como la iniciada contra el ‘porpoising’ durante este Gran Premio de Azerbaiyán.

El guion se repite. Un par de mensajes nada inocentes por radio durante el viernes, colaboración de la prensa tras la sesión, alusión a un piloto popular durante el sábado y un poco de show el domingo. Todo mezclado para generar un debate con el que poder sacar algo de provecho.

En 2021, por ejemplo, Mercedes lo hizo exactamente igual para denunciar la flexibilidad de los alerones traseros de Red Bull durante el Gran Premio de España, con mensajes nada inocentes de Hamilton y un debate creado con la colaboración de la prensa británica que se saldó con un cambio de norma que obligó a siete equipos a construir nuevos alerones traseros que el día anterior sí cumplían el reglamento.

En Bakú, la jornada de viernes comenzaba con mensajes de George Russell y Lewis Hamilton afirmando que era el peor rebote que habían experimentado nunca. Como era lo esperado por el tipo de circuito y las larguísimas rectas, en Mercedes sabían que necesitaban algo más para generar atención, y lo hicieron aludiendo a la seguridad, con un Mensaje de Hamilton en el que afirmaba que a causa del rebote no podía ver la línea de entrada a boxes. ¡Un peligro! Y si hay algo que se sabe con seguridad, es que a la FIA le encanta aparentar que se toma muy en serio la seguridad.

El debate estuvo servido durante la jornada de viernes y sábado, solo que quizás Toto Wolff menospreció el pasotismo del público en general, y aunque las preguntas de la prensa británica se centraran en el ‘porpoising’, no lograron tener el impacto que hubiera deseado Mercedes y no se elevó a la categoría de debate generalizado. El público se mostraba más entusiasmado por la nueva pole de Charles Leclerc y el duelo con un Verstappen al que se le había colado entre medias Checo Pérez.

Nada que no se solucionase el domingo con nuevos mensajes de radio sobre lo muy peligroso que era el ‘porpoising’ y el sufrimiento público de un dolorido Lewis Hamilton, que se tomó su tiempo para bajarse del F1 ante la atenta mirada de las cámaras de la FOM sin olvidar el mensaje de radio de Toto Wolff, que como en 2021, vio necesario el comunicarse por esta vía para pedir perdón a su piloto.

Antes, Toto, no había dudado en señalar públicamente a Fernando Alonso, elegido por el austriaco como catalizador de su mensaje. Todos los pilotos quieren hacer algo contra el ‘porpoising’, menos Fernando Alonso. Un gran titular, obviamente falso, pero que la prensa ayudaría a transmitir a gran velocidad. Pero de nuevo, el mensaje no fue suficientemente potente y el debate no acababa de generarse. La última bala la gastó Mercedes el domingo tras la carrera, deslizando a la prensa que Hamilton era duda para Canadá por sus dolores de espalda. Y una vez más, el aficionado no parecía creerse una coma del discurso de Mercedes.

Mercedes está gastando una increíble cantidad de energía para lograr algo extremadamente improbable. Los de Toto Wolff saben que el W13 es competitivo sin ‘porpoising’, como se evidenció en Barcelona, por lo que buscan eliminarlo, pero con la ayuda de la FIA. Que la Federación Internacional legisle, no está muy claro cómo, si con reducción del fondo, altura mínima al suelo, o agujeros en según que zonas, pero que sea a base de prohibiciones, y de esta forma recuperar la competitividad que no son capaces de llevar a cabo con la aerodinámica. Un grito desesperado que evidencia que lo que pensaban que les llevaría unas carreras corregir se les está haciendo bola y no acaban de ver el camino.

La estrategia se le ha ido un poco de las manos a Toto Wolff. El show de Hamilton al bajarse del coche y sus dolores de espalda ha engullido el debate del ‘porpoising’ que ha quedado en segundo plano. Solo la prensa británica seguía preguntando a los pilotos al término de la carrera, y las respuestas que estos dieron, en contra de lo insinuado por Toto Wolff con Fernando Alonso, no eran las que a Toto le hubiera gustado.

Y es que al fin y al cabo, solucionar el ‘porpoising’ es tan sencillo como levantar el vehículo del suelo. Mercedes era el coche que más bajo iba en Bakú, algo que no pasó desapercibido para los rivales. Lando Norris, entre otros, fue directo; si tienen demasiado ‘porpoising’, que levanten el coche. Pero Mercedes ya no se cree capaz de solucionar el problema por sus propios métodos, así que seguirá tratando de meter presión con juegos políticos que no han dado el resultado esperado en Bakú. ¿Cuál será el próximo capítulo?

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